Te explicamos la Diferencia entre autoconcepto y autoestima con ejemplos y definiciones. Conoce todos los datos para distinguirlos fácilmente.
¿Cuál es la Diferencia entre autoconcepto y autoestima?
El autoconcepto y la autoestima son dos conceptos psicológicos que se refieren a la visión que un individuo tiene de sí mismo. Ambos conceptos han sido absorbidos por nuestra vida cotidiana moderna con una ligera diferencia respecto a cómo los conceptualizan los investigadores. Especialmente las ideas que giran en torno a la autoestima se han aplicado ampliamente a muchas instituciones sociales, desde la guardería hasta el mundo empresarial. El autoconcepto es una idea menos conocida, pero sigue siendo ampliamente aplicada por terapeutas y asesores.
Aunque se parecen en que son percepciones subjetivas del yo, estos dos conceptos son muy diferentes. El autoconcepto es una autopercepción más abarcadora que la autoestima. Tienen componentes diferentes y manifestaciones distintas en un individuo mentalmente sano. En las secciones siguientes se analizan más a fondo estos dos constructos psicológicos y sus diferencias.
¿Qué es el autoconcepto?
En pocas palabras, el autoconcepto es el conocimiento o percepción global que tiene un individuo de quién es; la respuesta última a la pregunta “¿Quién soy?”. La primera consideración conocida de la idea de un yo es la del filósofo René Descartes, que relacionó la existencia con la percepción personal. Otro pensador destacado sobre la idea del yo es Sigmund Freud, que propuso el término ego como algo que regula los demás aspectos de la personalidad. Las ideas de Freud han influido tanto en la psicología de la personalidad que muchos teóricos posteriores siguen equiparando el ego con el yo. Sin embargo, a finales del siglo XX surgió la teoría más conocida, la teoría del autoconcepto de la personalidad de Carl Rogers. Rogers propuso que el autoconcepto se compone de tres elementos: la imagen de uno mismo, el yo ideal y la autoestima.
El autoconcepto se desarrolla a lo largo de la vida de un individuo y en él influyen muchos factores. Sin embargo, la mayoría de los teóricos coinciden en dos: los factores biológicos y los ambientales, que incluyen la interacción social. Según Carl Rogers, una persona con un autoconcepto sano tiene ante todo una imagen congruente de sí misma y de su yo ideal. Esta congruencia permite una autoestima sana, que a su vez se traduce en un individuo plenamente funcional que lucha por la autorrealización.
Con su amplia conceptualización, el autoconcepto tiene algunas similitudes con otros términos. Aparte de ser un componente, la autoimagen se diferencia en que es una percepción del yo que puede no coincidir necesariamente con la realidad. La autoestima se diferencia en que es una percepción de valía o valor, mientras que la autoeficacia es una percepción y juicio de las propias capacidades. Por último, la autoconciencia tiene que ver con ser consciente del propio ser y de todos sus aspectos.
¿Qué es la autoestima?
La autoestima, en su definición más simple, se refiere a la percepción que tiene un individuo de su propia valía o valor. Fuera de la comunidad científica, esto se simplifica aún más y se define como el grado en que una persona se gusta a sí misma. La primera conceptualización conocida es la de William James, que incluso tenía una fórmula para la autoestima, que es la relación entre los éxitos de un individuo y los de sus expectativas; cuanto mayores sean los éxitos o menores las expectativas, mayor será la autoestima. El concepto ha recibido posteriormente una fuerte influencia de la escuela humanista de la personalidad, liderada por Carl Rogers y otros. La conceptualización actual más famosa de la autoestima surgió a finales del siglo XX. Abraham Maslow, contemporáneo de Carl Rogers en la escuela humanista de la personalidad, propuso que la autoestima es una necesidad que toda persona tiene y debe satisfacer en algún momento. La sociedad ha tomado este concepto particular de la autoestima como una necesidad y lo ha incorporado a casi todas las instituciones de la sociedad, asegurándose de que cada individuo desarrolle una alta autoestima lo antes posible en la vida de una persona. También a finales del siglo XX, Nathaniel Branden teorizó que la autoestima se compone de autoeficacia y autoestima. La autoeficacia es la confianza en las propias capacidades, mientras que el autorrespeto es la creencia de que uno es merecedor de felicidad, logros y amor.
Al igual que el autoconcepto, la autoestima está influida por factores biológicos y ambientales, incluida la interacción social. Sin embargo, la autoestima también se ve influida por el propio autoconcepto, junto con los componentes del autoconcepto, a saber, la autoimagen y el yo ideal. Con una autoestima sana, un individuo tiene principalmente confianza en sí mismo, una perspectiva positiva y una valoración realista de sus puntos fuertes y débiles.
La autoestima suele confundirse con la autovaloración, que es la consideración o el respeto que uno tiene de sí mismo, pero se diferencia de ella. También se diferencia de la autoeficacia, que es la valoración de las propias capacidades. Por supuesto, también es diferente el autoconcepto, que es una percepción más global de uno mismo.
Diferencia entre autoconcepto y autoestima
Definición
El autoconcepto es la percepción global que un individuo tiene de sí mismo. Suele ser la respuesta a la pregunta: “¿Quién soy?”. Por otro lado, la autoestima es la percepción que tiene un individuo de su propio valor, una respuesta a la pregunta: “¿Cuánto me gusto?”.
Historia
La noción de la existencia y percepción del yo fue explorada por primera vez por el filósofo René Descartes y las conceptualizaciones modernas del autoconcepto estuvieron muy influidas por Sigmund Freud. Las ideas sobre la autoestima fueron exploradas por primera vez por William James, con la influencia posterior de las ideas humanistas lideradas por Carl Rogers.
Teoría principal
La conceptualización y teoría más famosa sobre el autoconcepto es la de Carl Rogers, mientras que la más influyente sobre la autoestima es la de Abraham Maslow.
Componentes
Según Carl Rogers, el autoconcepto se compone de la autoimagen, el yo ideal y la autoestima. Por su parte, la autoestima se compone de éxitos y expectativas, según William James, mientras que Nathaniel Branden teoriza que se compone de autoeficacia y autoestima.
Factores que influyen
El autoconcepto está influido por factores biológicos y ambientales, incluidas las interacciones sociales. La autoestima está influida de la misma manera y Carl Rogers propone que también está influida por la congruencia de los otros dos factores del autoconcepto que son la autoimagen y el yo ideal.
Caracterización saludable
Un individuo con un autoconcepto congruente permite una autoestima sana que conduce a un individuo plenamente funcional que lucha por la autorrealización. Mientras tanto, un individuo con una autoestima sana tiene confianza, una perspectiva positiva y una valoración realista de sus puntos fuertes y débiles.
Términos diferenciales
El autoconcepto se diferencia de la autoimagen, la autoestima, la autoeficacia y la autoconciencia. La autoestima, por su parte, se diferencia de la autovaloración, la autoeficacia y el autoconcepto.
Autoconcepto frente a autoestima
Resumen
-Autoconcepto y autoestima son dos conceptos de la psicología que se refieren a la percepción que un individuo tiene de sí mismo. Ambos han tenido amplias aplicaciones en la sociedad moderna.
-El autoconcepto es la percepción global que un individuo tiene de sí mismo, mientras que la autoestima es la percepción que el individuo tiene de su propia valía.
-El autoconcepto y la conceptualización de la autoestima han evolucionado a lo largo del tiempo con la influencia de muchos investigadores y teóricos.