Diferencia entre comportamiento prosocial y comportamiento antisocial

Te explicamos la Diferencia entre comportamiento prosocial y comportamiento antisocial con ejemplos y definiciones. Conoce todos los datos para distinguirlos fácilmente.
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¿Cuál es la Diferencia entre comportamiento prosocial y comportamiento antisocial?

El comportamiento prosocial y antisocial son términos psicológicos que pueden explicarse mediante teorías evolutivas y de aprendizaje social, ya que ambos pueden ser necesarios para la supervivencia y pueden aprenderse por imitación. En el desarrollo de estos comportamientos también pueden influir la historia familiar, los grupos de iguales, el entorno escolar y la genética. Además, tanto los humanos como los animales exhiben actos prosociales y antisociales.
En cuanto a su distinción general, el comportamiento prosocial beneficia a los demás, mientras que el comportamiento antisocial repercute negativamente en los demás: de ahí que el primero sea mayoritariamente respaldado que el segundo. A continuación se especifican sus diferencias.

¿Qué es el comportamiento prosocial?
El término «prosocial» no aparece en la mayoría de los diccionarios. Fue acuñado por científicos sociales como lo opuesto a «antisocial» (Batson, 2012). En general, el comportamiento prosocial se refiere a cualquier acción que beneficie a otro individuo. Estas acciones voluntarias que tienen como objetivo ayudar a los demás, son actos sociales vitales. Son esenciales para alimentar las relaciones positivas y el ajuste social (Dovidio, 2006). Además, la conducta prosocial se define como un comportamiento empático o compasivo. Para que esto ocurra, se requiere un benefactor y al menos un receptor. Por ejemplo, donamos dinero a nuestras respectivas organizaciones benéficas y a menudo hacemos favores a amigos, familiares e incluso desconocidos.
En cuanto a sus raíces, los expertos creen que el comportamiento prosocial es una función biológica preprogramada de la humanidad, ya que las prácticas de ayudar y compartir son necesarias para la supervivencia. Curiosamente, este tipo de comportamiento también se observa entre insectos y animales. Por ejemplo, los monos acicalan a otros monos y ciertas especies de hormigas con obreras enfermas reducen su interacción con las larvas de la colonia para proteger a los individuos susceptibles: asimismo, las hormigas obreras no infectadas acicalan a las infectadas para eliminar las esporas (Riddihough, 2007).
Además, el comportamiento prosocial puede aprenderse imitando a los demás. Los estudios han demostrado que la exposición a los medios de comunicación que muestran la cooperación y la ayuda da lugar a la repetición de tales comportamientos entre los niños. Esto está respaldado por la teoría del aprendizaje social de Albert Bandura, que considera que el comportamiento humano está muy influido por la observación, la imitación y el modelado.
Se fomenta el comportamiento prosocial porque mejora el sistema inmunitario, favorece la liberación de oxitocina (una hormona que promueve el vínculo social) y facilita los procesos corticales frontales. También puede mejorar el bienestar general, ya que reduce el procesamiento de amenazas y promueve interacciones sociales seguras y de apoyo mutuo. Además, fomenta la armonía, la cooperación y la unidad en las sociedades (Gilbert y Basran, 2019).

¿Qué es el comportamiento antisocial?
El comportamiento antisocial se refiere generalmente a cualquier acto que pretenda dañar o afectar negativamente a otro individuo. Ejemplos de ello son la intimidación, el abuso verbal, la violencia y otros comportamientos hostiles. En psiquiatría, el comportamiento antisocial se define como una violación persistente de las normas sociales. Por ejemplo, el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, quinta edición (DSM-5) caracteriza el trastorno antisocial de la personalidad como un patrón generalizado de desprecio y violación de los derechos de los demás. Esto se ejemplifica mediante el engaño, la agresividad, el desprecio temerario por la seguridad, la irresponsabilidad constante, la falta de remordimientos y actos relacionados. Los factores de riesgo incluyen el entorno escolar y familiar, los problemas neurológicos y la genética.
El análisis evolutivo sugiere que se han utilizado estrategias antisociales para sobrevivir. Por ejemplo, se amenaza, intimida, hiere o mata a los competidores en aras de la autoconservación. El comportamiento antisocial también puede aprenderse, ya que los estudios han demostrado que la exposición a vídeos y juegos hostiles o violentos fomenta comportamientos igualmente antagónicos o menos serviciales. Estos resultados también están respaldados por la teoría del aprendizaje social de Bandura.
Por lo general, se desaconseja el comportamiento antisocial, ya que estimula el procesamiento de amenazas y activa respuestas de estrés. También disminuye las relaciones seguras y cooperativas y desmotiva la confianza, la unidad y la armonía en las sociedades. Por lo tanto, esto puede afectar negativamente al bienestar general de las personas (Gilbert y Basran, 2019).
Diferencia entre conducta prosocial y conducta antisocial
Definición
El comportamiento prosocial se refiere a cualquier acción que beneficie a otro individuo, mientras que el comportamiento antisocial se refiere generalmente a cualquier acto que pretenda dañar o afectar negativamente a otro individuo.
Ejemplos
El comportamiento prosocial se ejemplifica compartiendo, donando, siendo amable, expresando preocupación y otras formas de conducta útil. Por el contrario, el comportamiento antisocial se manifiesta mediante amenazas, intimidación, pintadas, discriminación, engaño, falta de remordimiento y otras formas de conducta hostil.
Diccionario
A diferencia de la palabra «antisocial», el término «prosocial» no aparece en la mayoría de los diccionarios: fue acuñado por científicos sociales como lo opuesto a «antisocial».
Efectos fisiológicos
El comportamiento prosocial mejora el sistema inmunitario, favorece la liberación de oxitocina (una hormona que promueve el vínculo social) y facilita los procesos corticales frontales. Por otro lado, el comportamiento antisocial estimula el procesamiento de amenazas y activa las respuestas al estrés.
Efectos psicológicos
El comportamiento prosocial puede mejorar el bienestar general, ya que reduce el procesamiento de amenazas y promueve interacciones sociales seguras y de apoyo mutuo. Por el contrario, el comportamiento antisocial disminuye las relaciones seguras y cooperativas: también puede promover la ansiedad, ya que estimula las respuestas de estrés.
Comportamiento prosocial frente a comportamiento antisocial

Resumen del comportamiento prosocial y el comportamiento antisocial
-La conducta prosocial y antisocial son términos psicológicos que pueden explicarse mediante teorías evolutivas y de aprendizaje social.
-La conducta prosocial se refiere a cualquier acción que beneficie a otro individuo, mientras que la conducta antisocial se refiere generalmente a cualquier acto que pretenda perjudicar.
-El comportamiento prosocial se ejemplifica compartiendo, donando, siendo amable, expresando preocupación y otras formas de conducta útil, mientras que el comportamiento antisocial se ejemplifica con amenazas, intimidación, pintadas, discriminación, engaño, falta de remordimiento, etc.
-A diferencia de la palabra «antisocial», el término «prosocial» no aparece en la mayoría de los diccionarios.
-A diferencia del comportamiento antisocial, el comportamiento prosocial generalmente mejora el funcionamiento fisiológico, psicológico y social.
-A diferencia del comportamiento antisocial, el comportamiento prosocial es generalmente beneficioso y respaldado.

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