Te explicamos la Diferencia entre metáfora y personificación con ejemplos y definiciones. Conoce todos los datos para distinguirlos fácilmente.
¿Cuál es la Diferencia entre metáfora y personificación?
La metáfora y la personificación son figuras retóricas. Se confunden fácilmente porque a menudo se utilizan en la misma frase. El propósito de estas figuras es dar más vida y creatividad a la poesía y la prosa. Una metáfora también persuade al lector de que un objeto puede ser otra cosa que en realidad no podría ser. Alguien puede decir que su trabajo es un sueño para crear esta sensación de una forma de trabajo maravillosa.
Por otro lado, la personificación confiere características humanas a un objeto y hace que cobre vida en términos con los que el lector puede identificarse. El escritor puede describir el mar enfadado, el viento aullando o los pasteles tentadores. Todas estas son características humanísticas. Cuando una metáfora y una personificación aparecen en la misma frase, la diferencia entre ellas se difumina, ya que las dos funciones del lenguaje figurado parecen mezclarse.
Las hojas son bailarinas que giran con alegre abandono” es un brillante ejemplo de la metáfora “las hojas son bailarinas” y la personificación con “alegre abandono” en la misma frase. Aunque las dos formas de lenguaje figurado se utilizan juntas, no son lo mismo.
Definición de metáfora
La metáfora dice al lector que un objeto, en una pieza de poesía o prosa, es algo que no podría ser en la realidad. Es una forma de escritura figurativa y se utiliza para crear escritos creativos e imaginativos. Me ahogo en un mar de dolor”. Este ejemplo de metáfora, el mar y la pena, muestra al lector lo trágico del suceso por la abrumadora sensación de ahogarse en el mar de la pena. La metáfora refuerza la idea, o el propósito de la frase, al reunir dos ideas inverosímiles en un solo enunciado. La metáfora suele referirse a una idea abstracta o a una emoción que no podría sentir un objeto inanimado.
Diferentes tipos de metáforas utilizadas en el lenguaje figurado
Hay seis tipos diferentes de metáfora que se enumeran en las siguientes categorías:
Metáforas absolutas
Estas metáforas comparan dos cosas que en absoluto podrían asociarse entre sí. Un ejemplo es la afirmación de que una estudiante camina por la cuerda floja con sus notas. El trabajo escolar y la cuerda floja son absolutamente incompatibles. No se puede imaginar que formen parte de la misma actividad.
Metáforas implícitas
Las metáforas implícitas tienen términos vagos e indeterminados y un final muy abierto. Por ejemplo: “Pasar demasiado tiempo con mi hermano es como nadar en un mar de tiburones”. Esta afirmación no especifica dónde, cuándo ni cuántos tiburones hay. Queda abierta a la interpretación.
Metáforas de raíz:
Estas metáforas han pasado a formar parte de la vida cotidiana. Están arraigadas en expresiones muy manidas. Se han convertido en tópicos, como por ejemplo “La vida es un viaje”.
Mezcla de metáforas:
Estas metáforas son confusas y carecen de lógica. Dan una sensación de emociones encontradas y son difíciles de entender. Por ejemplo: “En el calor del momento, el mago se convirtió en hielo y saltó al ritmo de su propio tambor”.
Metáfora ampliada
Metáfora extensa utilizada en poesía y literatura clásica. A Shakespeare le encantaba utilizar metáforas extensas. Este pasaje de Romeo y Julieta es un buen ejemplo.
“¡Pero suave! ¿Qué luz se cuela por aquella ventana? ¿Es el oriente y Julieta el sol? Levántate, hermoso sol, y mata a la envidiosa luna, que ya está enferma y pálida de dolor”.
Metáforas muertas
Estas metáforas se han utilizado en exceso y han perdido vida. El dicho “Tú iluminas mi vida”, por ejemplo, ya no se considera espontáneo y ha perdido su encanto con el paso de los años debido a su uso excesivo.
¿Cómo y por qué se utiliza la metáfora en los círculos literarios?
Una metáfora sirve para crear imágenes fuertes que impresionen al lector. Permiten que una imagen literal se asocie a una imagen intangible para dejar una impresión duradera. Son exageraciones, pero útiles para crear una imagen o un estado de ánimo fuertes. La metáfora es especialmente adecuada para la poesía. Da a la escritura más creatividad y color.
La metáfora se ha abierto camino en formas de la cultura pop y en las producciones escénicas y cinematográficas.
Pink Floyd utilizó la metáfora en su canción “The Wall”, cuya letra habla de un muro: “Los profesores dejan en paz a los niños. Al fin y al cabo, no es más que otro ladrillo en el muro”.
El Mago de Oz, uno de los cuentos infantiles favoritos, cuenta con personajes que recurren a la metáfora extendida. El León busca valor, el Espantapájaros un cerebro y el Hombre de Hojalata un corazón.
Un autor puede extender una metáfora a más de una frase, la metáfora puede continuar a lo largo de la historia. Un delincuente, por ejemplo, puede ser comparado con un zorro que roba a un granjero los huevos que ponen las gallinas. El ladrón o zorro amplía su delito atacando a todas las gallinas y destruyendo su granero. Este es el valor de la metáfora extendida: está ahí para ser utilizada a lo largo de toda la historia.
Considerar la personificación con la persona en mente ayuda a ver estas dos formas de lenguaje figurado de manera diferente.
La definición de personificación.
Considerar la personificación con la persona en mente ayuda a ver más fácilmente la diferencia entre metáfora y personificación.
La personificación toma características humanas y las transfiere a objetos que no son humanos. Es la cualidad abstracta de la emoción y el sentimiento que se convierte en parte de la descripción de un objeto inanimado lo que da al objeto su personificación. La personificación se utiliza a menudo para dar personalidad a fenómenos meteorológicos como el viento que aúlla o el sol que sonríe. Las estrellas pueden guiñar el ojo y las hormigas son capaces de marchar. Todas estas características humanas hacen que los objetos que describen parezcan más reales al lector.
Cómo se utiliza la personificación en los círculos literarios.
La personificación ayuda al lector a conectar con la historia o el poema. Los rasgos y las emociones humanas, los gestos y los deseos confieren a algo que no tiene vida una cualidad viviente. Tanto en prosa como en poesía, este estilo de lenguaje figurado da vida al escrito. Hay mucha personificación en la literatura infantil y en la animación.
La personificación aporta humor a la literatura infantil y especialmente a las canciones infantiles. La clásica rima “Hey Diddle Diddle, el gato y el violín” muestra el lado divertido de la rima a través de la idea de un gato y un violín y una vaca saltando sobre la luna. Es una rima infantil tonta, pero muy atractiva para el grupo de edad al que va dirigida.
Los cereales del desayuno cobran vida en un poema titulado “Los copos de maíz”, de Kelly Roper. Los copos de maíz se divierten nadando en una piscina lechosa. Por desgracia, su diversión no dura mucho, ya que una cuchara se sumerge en ella y los lleva de paseo. Este frívolo poema ilustra cómo la personificación puede formar parte de un poema haciendo de los cereales del desayuno un alimento divertido para los niños.
Walt Disney es un maestro de la personificación. Los animales asumen cualidades humanas e incluso los objetos inanimados, como las tazas y los platillos y los palos de las velas en La Bella y la Bestia, tienen características humanas. Hablan y tienen sentimientos aunque solo sean de cerámica.
Un gran ejemplo de personificación es evidente en el poema de Henry Wadsworth Longfellow Paul Revere”s Ride.
Escribe:
“Y las ventanas de la casa de reuniones, en blanco y desnudas,
Míralo con mirada espectral.
Como si ya estuvieran atónitos,
En el trabajo sangriento que mirarían.
Emily Dickinson escribe sobre un paisaje que escucha y sombras que contienen la respiración, y estas formas de personificación aportan imágenes vívidas a la tierra y a las sombras.
La personificación no tiene fin en cuanto a creatividad e imágenes vívidas.
Gráfico para comparar los dos aspectos del lenguaje figurado:
Resumen de la diferencia entre metáfora y personificación.
El lenguaje figurado da vida a la palabra escrita. Permite a los autores y poetas crear obras más animadas y con las que es más fácil relacionarse. Se crean imágenes poéticas y visuales más fáciles de relacionar. Los límites entre estas dos formas de lenguaje figurado pueden difuminarse, sobre todo cuando se utilizan en la misma frase para añadir descripción e impacto. La diferencia radica en que la metáfora compara o relaciona un objeto con otro al que no se parece. Mientras que la personificación añade el toque personal emocional a objetos que no podrían expresar ese tipo de emociones ni mostrar cualidades humanas.