Te explicamos la Diferencia entre Cáncer y Fibro adenoma con ejemplos y definiciones. Conoce todos los datos para distinguirlos fácilmente.

¿Cuál es la Diferencia entre Cáncer y Fibro adenoma?
Un bulto en la mama no tiene por qué ser motivo de pánico en todos los casos. Los bultos pueden ser benignos o malignos. Un bulto benigno se conoce como fibroadenoma y un bulto maligno puede adoptar la forma de cáncer de mama.
¿Qué es el fibroadenoma?
Durante un examen domiciliario rutinario de la mama, puede palparse bajo la piel una formación parecida a un nódulo. Puede percibirse como una canica pequeña y redonda con mucha movilidad. Esta masa indolora y muy móvil se conoce como fibroadenoma. Se trata de masas sólidas no cancerosas que se observan en niñas y mujeres en edad fértil, normalmente menores de 30 años. Este tipo de masa no suele ser motivo de preocupación, ya que su presencia está relacionada con el aumento de los niveles de hormonas reproductivas. Aumenta con el incremento de los niveles de la hormona estrógeno que se produce en la edad de crecimiento y durante el embarazo. Las masas se reducen y desaparecen durante la menopausia, cuando los niveles hormonales son más bajos. Los fibroadenomas tienen una forma bien definida cuando se observan a simple vista. Son firmes y duros al tacto, con un tacto gomoso. Su tamaño puede variar desde menos de 3 cm hasta 5 cm.
Para el diagnóstico y el tratamiento del fibroadenoma se aplica la política de esperar y observar. Puede haber dos tipos de fibroadenoma: simple y complejo. El fibroadenoma simple es solo una masa de tejido glandular en la mama que crece muy lentamente. No aumenta el riesgo de cáncer de mama. En cambio, el fibroadenoma complejo contiene estructuras llenas de líquido y depósitos de calcio dentro del bulto. Pueden aumentar el riesgo de cáncer de mama y deben vigilarse periódicamente para detectar cualquier cambio en su comportamiento.
Si siente la presencia de un bulto en la mama, debe acudir al médico para descartar cualquier malignidad. En la mamografía, se hace una radiografía de la mama para localizar el tamaño y la forma del bulto y también para buscar cualquier calcificación. Después de la mamografía se realiza una ecografía mamaria para conocer la consistencia del bulto. A continuación se realiza una citología por aspiración con aguja fina, en la que se introduce una aguja fina en la masa y se extrae material tisular. Si solo sale líquido, entonces el bulto es solo un quiste. A continuación, puede realizarse una biopsia con aguja gruesa, que requiere la inserción de una aguja más gruesa para extraer una pequeña cantidad de tejido para la biopsia.
Una vez que todas las pruebas diagnósticas apuntan hacia un fibroadenoma, no es necesario ningún tratamiento, salvo un examen periódico de las mamas. La extirpación del bulto no suele realizarse, ya que distorsiona la forma de la mama y aumenta las probabilidades de recidiva. Aun así, si las pacientes insisten, en algunos casos se realiza una tumorectomía o escisión de la masa. La crioablación es otra forma de destruir el bulto. Se inserta en la zona del bulto un dispositivo delgado parecido a un palo. Se libera gas en el tejido, que lo congela permanentemente. Solo se recomienda en el caso de bultos pequeños.
Cáncer de mama
Se trata de un crecimiento canceroso en la mama que suele ser maligno y puede extenderse a las zonas circundantes a través de los ganglios linfáticos. La paciente puede presentar un bulto, hoyuelos o arrugas en la piel suprayacente, secreción a través de los pezones, ulceración, pechos raramente dolorosos, pezones retraídos, etc. La presencia de estos síntomas no indica necesariamente cáncer. Los bultos son duros y menos móviles que los del fibroadenoma y crecen lentamente.
Las mujeres que presenten estos síntomas deben acudir al médico para someterse a una revisión más exhaustiva. La mamografía y la ecografía mamaria ayudan a localizar el tamaño de la masa y también proporcionan sus dimensiones y consistencia. La citología por aspiración con aguja fina y la biopsia con aguja gruesa ayudan a obtener muestras de tejido de la masa para su uso patológico. Si la masa muestra células que se multiplican rápidamente con forma y tipo alterados, indica cáncer. La biopsia por escisión del bulto ofrece una mejor imagen del potencial maligno del bulto.
Una vez diagnosticado el cáncer, la paciente debe someterse a una intervención quirúrgica para extirpar la masa tumoral. Si se ha extendido, se aconseja una mastectomía radical. Esto incluye la extirpación de todo el tejido mamario junto con sus ganglios linfáticos. A continuación, se administran tratamientos intensivos de quimio y radioterapia.
En resumen, los fibroadenomas o ratones mamarios son bultos benignos que no requieren tratamiento. El cáncer, en cambio, requiere un plan de tratamiento agresivo.

