Te explicamos la Diferencia entre el antiguo Egipto y Mesopotamia con ejemplos y definiciones. Conoce todos los datos para distinguirlos fácilmente.

¿Cuál es la Diferencia entre el antiguo Egipto y Mesopotamia?
Introducción
Las antiguas civilizaciones de Mesopotamia y Egipto se vieron favorecidas por los ríos que corrían en su seno. El Éufrates, el Tigris y el Nilo depositaban limo en sus riberas, lo que hacía que las tierras adyacentes fueran extremadamente fértiles. Esto propició el desarrollo de ciudades como Ur y Eriku en Mesopotamia, y Tebas en el antiguo Egipto. En Egipto, el Nilo servía como medio de transporte y también como protección contra los enemigos, ya que sus deltas pantanosos hacían casi imposible la invasión. Sin embargo, el antiguo Egipto y Mesopotamia presentaban diferencias fundamentales en la forma de gobernar sus sociedades, así como en los avances relativos a la vida cultural y religiosa.
Diferencias entre el antiguo Egipto y Mesopotamia
El antiguo Egipto tenía una estructura política diferente a la de Mesopotamia. En el antiguo Egipto, el faraón era considerado el representante de los dioses en la tierra. Los ciudadanos del antiguo Egipto creían que su faraón era un dios, y se abstenían de mirarle directamente a la cara incluso cuando se dirigían a él (Richards & Van Buren, 2000). La mayoría de los nobles que ocupaban cargos importantes en el antiguo Egipto estaban emparentados con el faraón. A su muerte, solo un hijo del faraón podía sucederle. En la antigua Mesopotamia, la sociedad consistió en estados regionales autogobernados durante diez siglos antes de que Sargón el Grande fuera proclamado rey en 2370 a.C. (Brisch et al., 2008). Sin embargo, los ciudadanos de Mesopotamia no consideraban divinos ni al rey ni a sus sucesores. En Mesopotamia, la mayoría de los escribas eran miembros de familias nobles y no estaban emparentados con los reyes gobernantes.
Otra gran diferencia entre el antiguo Egipto y Mesopotamia tiene que ver con la religión y la cultura. En Mesopotamia, las mujeres podían obtener permisos para participar en el comercio e incluso administrar propiedades. Sin embargo, existían normas consagradas en el Código de Hammurabi que les impedían heredar propiedades una vez fallecidos sus maridos (Suter & Croddy, 1983). En el antiguo Egipto, sin embargo, se permitía a las mujeres hacerse con un tercio de las propiedades de sus maridos cuando enviudaban. El antiguo Egipto y Mesopotamia tenían culturas muy evolucionadas que favorecieron el desarrollo de estilos de escritura y lenguas.
En Mesopotamia, los sumerios desarrollaron el sistema de escritura conocido como cuneiforme para facilitar la conservación de los registros (Richards & Van Buren, 2000). El cuneiforme, que se expresaba mediante formas de tarta, se escribía en tablillas de arcilla que luego se exponían al sol para que se secaran. En el antiguo Egipto, los escribas utilizaban jeroglíficos para expresar ideas y conceptos. Este lenguaje tenía elementos alfabéticos y también logos (Richards & Van Buren, 2000).
En el antiguo Egipto, al igual que en Mesopotamia, se rendía culto a múltiples dioses y diosas. En Mesopotamia, grandes edificios llamados zigurats servían de templos donde los fieles podían hacer sacrificios y rezar (Connan, 1999). En el antiguo Egipto, los templos eran estructuras domésticas ordinarias donde los sacerdotes solían realizar rituales para apaciguar a numerosos dioses y diosas. Los antiguos egipcios también se preocupaban de prepararse para el más allá durante su vida terrenal.
Creían que el Ka, o alma humana, no podía sobrevivir en la otra vida sin su cuerpo (National Gallery of Art, 2015). Los sacerdotes del antiguo Egipto se encargaban de llevar a cabo la momificación para preservar los cadáveres. A los faraones fallecidos se les erigían grandes tumbas conocidas como pirámides para preservar sus cuerpos y pertenencias, de modo que pudieran utilizarlos en la otra vida. Como se describe en Gilgamesh, Enkidu y el mundo de las tinieblas, los habitantes de Mesopotamia también se preocupaban de prepararse para la vida después de la muerte (Brisch et al., 2008). Además, enterraban los cadáveres en vasijas de cerámica que luego depositaban en excavaciones, tras cubrirlos previamente con esteras o alfombras.
Conclusión
Las civilizaciones de la antigua Mesopotamia y Egipto prosperaron gracias a los largos ríos que surcaban sus tierras. Los seres humanos se asentaron a lo largo del río Nilo en el antiguo Egipto, y cerca de los ríos Éufrates y Tigris en Mesopotamia para beneficiarse de las tierras fértiles enriquecidas con limo. Sin embargo, existían importantes diferencias políticas, religiosas y culturales entre estas dos civilizaciones que fueron pioneras en la formación de comunidades humanas.

