Realismo VS Idealismo en Política Exterior

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¿Cuál es la Realismo VS Idealismo en Política Exterior?

Los estudiosos y académicos siempre han intentado ofrecer una explicación exhaustiva sobre la dinámica que rige las relaciones entre los Estados y la posibilidad de cooperación entre los distintos países. El supuesto básico que subyace a la construcción de las principales teorías de las RRII es que vivimos en un mundo anárquico. La falta de un gobierno centralizado o de un mecanismo de aplicación ha planteado muchos problemas a la hora de definir y respaldar la cooperación internacional. De hecho, aunque las instituciones internacionales han florecido y el derecho internacional se ha hecho más completo, todavía no existe una «gobernanza internacional».
Reflexionemos un momento sobre este concepto: dentro de un país, existe un gobierno, un conjunto claro de leyes, un sistema judicial y un aparato ejecutivo. Por el contrario, en el ámbito internacional no existe un gobierno centralizado superior, capaz de dictar normas y hacerlas cumplir. En el ámbito de la política exterior, las relaciones se establecen entre Estados y no existe ninguna garantía de que se respeten las reglas y normas internacionales.
De hecho, en el escenario internacional se han creado instituciones y normas para regular la dinámica entre los Estados. Las principales son:
-Organizaciones internacionales: Naciones Unidas (ONU), Oficina Internacional del Trabajo (OIT), Organización Mundial de la Salud (OMS), Oficina Internacional para las Migraciones (OIM), Unión Europea (UE), Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), entre otras:
Estas instituciones se ocupan de la seguridad, el desarrollo, los derechos humanos y la ayuda humanitaria, y proporcionan (o deberían proporcionar) un terreno común y neutral en el que puedan celebrarse negociaciones y debates entre los Estados miembros. Sin embargo, los Estados renuncian voluntariamente a parte de su soberanía y autonomía para convertirse en partes de tales organizaciones y acatar sus normas.
-Tratados internacionales que abarcan tanto cuestiones económicas como políticas.
-Acuerdos bilaterales o multilaterales.
Sin embargo, a pesar de la existencia de estos organismos, la falta de un gobierno centralizado o de un mecanismo de aplicación ha planteado muchos problemas a la hora de definir y apoyar la cooperación internacional.
El dilema de la seguridad
La mayor dificultad que presenta la anarquía mundial es el «dilema de la seguridad». Este término se refiere a una situación en la que las acciones de un Estado que pretende aumentar su seguridad (es decir, crear alianzas o aumentar sus fuerzas militares) son percibidas como una amenaza por otros Estados. Estas dinámicas y percepciones provocan un aumento de las tensiones que puede desembocar en un conflicto.
El dilema de la seguridad puede articularse en tres puntos principales.
1.Los países temen que otros países hagan trampas: la ausencia de un mecanismo central unitario que controle el comportamiento de los países podría dar lugar a trampas, ya que los países no incurrirán en ninguna repercusión por su comportamiento deshonesto:
2.El Dilema de Seguridad se basa en una percepción subjetiva de la vulnerabilidad: por lo tanto, los Estados podrían malinterpretar el comportamiento de otros países debido a su propio juicio sesgado.
3.El equilibrio entre armas ofensivas y defensivas es el núcleo del equilibrio entre países. Sin embargo, como no es fácil distinguir entre armas defensivas y ofensivas, surgen fácilmente la desconfianza y las tensiones.
Muchos estudiosos se han ocupado del supuesto de un mundo anárquico y de la consiguiente insurgencia del Dilema de la Seguridad. Es interesante observar que desde el mismo punto de partida se ha llegado a resultados opuestos. Las dos principales perspectivas opuestas son el realismo y el idealismo (o liberalismo), que luego han evolucionado hacia el neorrealismo y el neoidealismo (o neoliberalismo).
Realismo:
Hobbes[1], Maquiavelo y Moregenthau -los más destacados realistas- tenían una visión clara y pesimista del mundo. De hecho, los realistas clásicos veían a los Estados -y a los seres humanos- como entidades egoístas y egoístas cuyo único objetivo era el poder y la supervivencia en una sociedad anárquica. Por ejemplo, según los eruditos clásicos, los Estados vivían en un estado de guerra entre sí y cada acción estaba dictada por el interés propio y la lucha por el poder.
En la perspectiva realista:
-No puede haber cooperación entre Estados:
-Para mantener la paz en un país y dominar los instintos egoístas y brutales de los ciudadanos, el gobierno debe actuar como un poder fuerte y despiadado:
-Los Estados y los seres humanos tienen la misma naturaleza corrupta y egoísta:
-Así como los seres humanos quieren prevalecer sobre otros seres humanos, los Estados quieren prevalecer sobre otros Estados:
-No puede haber confianza entre los Estados: y
-La anarquía no se puede controlar.
El realismo clásico también rechaza la posibilidad de crear instituciones internacionales en las que puedan tener lugar negociaciones y debates pacíficos. Sin embargo, este supuesto ha cambiado con el paso del tiempo, cuando las instituciones internacionales (tanto gubernamentales como no gubernamentales) han empezado a desempeñar un papel más importante en el escenario internacional. El realismo ha evolucionado hacia el neorrealismo.
Neorrealismo:
Aunque mantienen la postura escéptica de la perspectiva realista, los neorrealistas aceptan la existencia de una estructura internacional que constriñe los comportamientos de los Estados.
Afirman que:
-El activo internacional se consigue mediante la cooperación asimétrica: y
-La estructura internacional refleja la distribución del poder entre los países.
El crecimiento exponencial de las instituciones internacionales es innegable y está a la vista de todos. Por tanto, los neorrealistas no pueden afirmar que la posibilidad de crear organizaciones internacionales sea una ilusión. Sin embargo, creen que las instituciones son un mero reflejo del reparto de poder en el mundo (basado en cálculos interesados de las grandes potencias) y que no son una forma eficaz de resolver la anarquía del mundo. Por el contrario, según la perspectiva neorrealista, la estructura institucionalizada de nuestro mundo anárquico es la razón misma por la que los Estados son egoístas y egoístas.
Idealismo y neoiedalismo:
El idealismo (o liberalismo) tiene una percepción más positiva del mundo de las relaciones internacionales y, según esta perspectiva, las instituciones internacionales desempeñan un papel fundamental en la creación y el mantenimiento de un entorno internacional pacífico.
La teoría idealista tiene sus raíces en la creencia de Kant de que existe la posibilidad de una paz perpetua entre los Estados[2]. Según Kant, los seres humanos pueden aprender de su pasado y de sus errores. Además, creía que un aumento del comercio, del número de organizaciones internacionales y del número de países democráticos en el sistema podría conducir a la paz.
En otras palabras, Kant (y la perspectiva idealista) creen que:
-Los seres humanos y los Estados no son necesariamente egoístas, brutales y egoístas:
-No es necesario tener un poder fuerte y despiadado para mantener la paz tanto dentro del país como entre los distintos países:
-Hay elementos que pueden aumentar la posibilidad de mantener relaciones pacíficas entre los países:
1.Aumento del comercio (tanto bilateral como multilateral):
2.Aumento del número de instituciones internacionales:
3.Aumento del número de democracias en el sistema internacional – esta suposición enlaza con la teoría de la paz democrática que supone que las democracias son menos propensas a iniciar conflictos con otros países: y
-La cooperación mundial y la paz son posibles.
Como en el caso del realismo y el neorrealismo, el neoliberalismo (o neoidealismo) es la elaboración reciente del idealismo clásico[3].
Una vez más, la principal diferencia entre la forma clásica y la nueva es la idea de estructura. Los neoliberales piensan que la estructura del sistema internacional fomenta la creación de organizaciones internacionales que son proveedoras de información y reducen la probabilidad de hacer trampas. En este caso, la propia estructura del sistema implica la posibilidad de cooperación.
Keohane, uno de los principales estudiosos de la tradición neoliberal, identifica las tres vertientes principales de esta perspectiva[4]:
-Regímenes internacionales: definidos como la aparición espontánea de normas internacionales en torno a una cuestión específica:
-Interdependencia compleja: la creciente complejidad de las relaciones internacionales conduce inevitablemente a la creación de fuertes y enmarañados lazos entre los países.
-Paz democrática: al igual que en la perspectiva clásica, se cree que las democracias son menos propensas a iniciar conflictos.
Como vemos, los tres pilares de la perspectiva neoidealista son una elaboración de la teoría kantiana.
Resumen
Los distintos enfoques utilizados para analizar las relaciones internacionales ofrecen interpretaciones bastante diferentes de la dinámica que regula el comportamiento de los Estados en el entorno internacional.
Es importante señalar que tanto el realismo como el idealismo intentan hacer frente a la anarquía del sistema internacional. El principal problema de un sistema anárquico es el Dilema de la Seguridad: la ausencia de un gobierno centralizado implica que los países temen que otros países hagan trampas y la falta de información fiable conduce a una vulnerabilidad subjetiva. Como hemos visto, las dos perspectivas tienen el mismo punto de partida, pero sus resultados son muy diferentes.
El primero rechaza de plano la idea de cooperación y paz entre los Estados. La armonía mundial no puede alcanzarse debido a la propia naturaleza de los países y de los seres humanos, que se consideran entidades egoístas, brutales y egoístas. Incluso la perspectiva neorrealista -que acepta la existencia de instituciones internacionales- cree que la estructura del orden internacional es un mero reflejo del juego de poderes entre países, y no un auténtico intento de crear relaciones pacíficas.
Por el contrario, la segunda acepta la posibilidad de un entorno cooperativo global posibilitado por el aumento del comercio y por la creación de instituciones internacionales que desempeñen el papel de proveedores de información y que reduzcan la probabilidad de hacer trampas.

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